Lifestyle - Thu Sep 22 2022

Los productos Fantini en espacios hosteleros especiales: Mirtillo Rosso, el hotel familiar donde siempre es Navidad

En el corazón de los Alpes piamonteses, en la Valsesia, a los pies del Monte Rosa, en la tierra en la que antiguamente vivía el pueblo Walser se encuentra Mirtillo Rosso, un hotel familiar con un concepto muy especial: aquí, como en un cuento, la Navidad se celebra todo el año.

El proyecto de Mirtillo Rosso es fruto de una magnifica intuición y de un atento estudio de marketing que ha involucrado a todo un equipo de profesionales para desarrollar una idea original de Stefano Cerutti; la de crear un hotel familiar basado en un concepto muy particular: la Navidad durante todo el año.
Stefano, que tiene experiencia en estudios de filosofía y economía se ha dedicado siempre al marketing, la web y los ingresos de hoteles y estructuras hosteleras y es el alma emprendedora de Mirtillo Rosso que abrió sus puertas en 2015. Director de la estructura, la gestiona con gran pasión y, visto el gran éxito del proyecto, está ya pensando en posibles desarrollos futuros del proyecto.

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Los edificios tradicionales Walser se agrupan en pequeños núcleos, tienen la fachada principal orientada hacia al valle, casi siempre hacia el sur, para gozar del mayor número de horas de sol posible, están colocados uno al lado del otro para una menor dispersión del calor y para protegerse del viento. Las formas de inserirse en el contexto de las montañas, de colocar una casa cerca de la otra, la forma de utilizar los materiales locales, la piedra y la madera, de construir, han dejado un testimonio que lleva al respeto y la recuperación de estos valores, tanto en la protección de los asentamientos históricos, como en su reconocimiento y en la reinterpretación de las nuevas intervenciones. Es en base a esto que se centra todo el proyecto.
Los edificios tradicionales Walser se agrupan en pequeños núcleos, tienen la fachada principal orientada hacia al valle, casi siempre hacia el sur, para gozar del mayor número de horas de sol posible, están colocados uno al lado del otro para una menor dispersión del calor y para protegerse del viento. Las formas de inserirse en el contexto de las montañas, de colocar una casa cerca de la otra, la forma de utilizar los materiales locales, la piedra y la madera, de construir, han dejado un testimonio que lleva al respeto y la recuperación de estos valores, tanto en la protección de los asentamientos históricos, como en su reconocimiento y en la reinterpretación de las nuevas intervenciones. Es en base a esto que se centra todo el proyecto.

El proyecto está compuesto por 4 edificios, 3 chalés de 3 plantas destinados a las habitaciones y un edificio de servicio de una planta. Todos comunicados entre sí. La orientación planimétrica no está orientada al valle, ni al sol, sino al Monte Rosa, valor principal de este paisaje. La madera es el material principal del proyecto. Las partes sobre rasante están hechas con el sistema estructural Rubner en abeto y alerce teñido y el suelo es de roble de la Valsesia.
En la planta baja del edificio dedicado a los servicios se encuentra la recepción, el restaurante, el bar, el kindergarten y las cocinas. En el sótano los almacenes, el garaje y el spa que con la diferencia de cota entre un jardín y el otro da hacia el exterior con vistas hacia las piscinas y el solárium. Sea el restaurante que el spa también están orientadas hacia el exterior mirando a un patio de dos plantas. Encima del restaurante una gran terraza, accesible directamente también desde el primer piso de los chalets y con un bar exterior con vistas al Monte Rosa.
Los chalés, que son las construcciones que más se aproximan a la tipología Walser, contienen 20 habitaciones cada uno. Habitaciones estándar, habitaciones dobles y suites dúplex. Se diferencian entre sí por la diferencia en la cadencia de los bowwindows y los espacios vacíos de las arcadas.

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La elección de dividir los volúmenes de la construcción en varios edificios -subraya la arquitecta Cattaneo- hace que se ocupe más terreno, ofrece una mayor posibilidad de disipar el calor, pero creo que la contextualización de un proyecto, el respeto por el paisaje y las preexistencias históricas no pueden ser considerados valores secundarios.
La elección de dividir los volúmenes de la construcción en varios edificios -subraya la arquitecta Cattaneo- hace que se ocupe más terreno, ofrece una mayor posibilidad de disipar el calor, pero creo que la contextualización de un proyecto, el respeto por el paisaje y las preexistencias históricas no pueden ser considerados valores secundarios.

Estas son las cualidades del proyecto por las cuales, la arquitecta Rita Cattaneo ganó el Premio de Bronce del American Architecture Prize en la categoría Interior Design / Hospitality en 2016.
En el interior es la madera la que caracteriza los muebles, la decoración y algunos productos de diseño como la lámpara Artemide y los grifos Fantini. Los grifos de las habitaciones son de la serie I Balocchi, elegidos por su imagen divertida que se adapta perfectamente al mundo de los niños, y porque de esta manera se apoyaba el proyecto “100 Fontane Fantini for Africa” que Fantini promovió desde el 2012 hasta el 2014 consistente en la construcción de un acueducto en Burundi, en el área de Masango. Todo lo recaudado de la venta de I Balocchi, reeditados para la ocasión, se donó para aumentar el presupuesto dedicado a esta iniciativa.
Para el Family Spa, el Spa para adultos, los baños comunes y las suites se eligió la serie AL/23 diseñada por Piero Lissoni de la colección Aboutwater – Boffi y Fantini.

Los elementos decorativos en el interior y exterior del hotel se han inspirado en la iconografía natalicia: renos, trineos, elfos, árboles de Navidad decorados esperando la llegada de Papa Noel que, todos los meses viene a su cabaña en una noche sorpresa para niños, padres y abuelos que se quedan encantados, de la atmosfera mágica y festiva.

Ph. Courtesy of Plume Raccontare le Imprese for Mirtillo Rosso Family Hotel